Una estrategia para impulsar la competitivad de los negocios
- administrativo
- 19 sept 2022
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En un entorno altamente interconectado, los sistemas de pago digitales representan, para los bienes y servicios que ofrece un negocio, un enlace idóneo, conveniente y asequible con bancos, colaboradores, proveedores y nuevos mercados. Estos sistemas toman una especial relevancia sobre todo en el contexto actual, caracterizado por un consumidor acostumbrado a la realización de pagos sin fisuras, en transacciones diarias, y con expectativas cada vez mayores para formas integradas y seguras de pagar por cualquier producto o servicio.
La digitalización de pagos representa, para un negocio, una transformación profunda que eficientiza y optimiza procesos, la cual implica beneficios cualitativos y cuantitativos de alto nivel. Entre los beneficios que este cambio trae consigo, el más notorio es alcanzar un mayor grado de seguridad y control. Los números de tarjeta están vinculados a transacciones individuales en lugar de la tarjeta en sí, y cada compra se limita a la cantidad previamente aprobada. Internamente –en lugar de entregarles a sus empleados tarjetas físicas tradicionales–, la tecnología digital permite a un negocio limitar los métodos de pago a transacciones específicas y previamente aprobadas.
El uso de pagos digitales también ofrece a los colaboradores de una compañía acceso a servicios financieros formales, incluyendo cuentas y préstamos; brindándoles, así, un mayor control sobre sus vidas financieras. Respecto al tema de visibilidad, al emitir números de tarjeta separados para cada compra, los equipos de Finanzas, Tesorería y Contraloría pueden realizar revisiones de una manera más sencilla, al contar con datos rastreables y claros. De esta forma, el monitoreo de solicitudes de compra y gastos puede efectuarse en tiempo real fácilmente, sin tener que esperar hasta el final del mes, como usualmente sucede con un sistema manual.
Los pagos financieros digitales también facilitan el mantenimiento de registros y mejoran la transparencia, al crear un rastro electrónico fácilmente rastreable, que puede reducir el fraude relacionado con documentos. Pasar de pagos en efectivo a pagos digitales puede, además, aumentar la rentabilidad, al reducir los costos operativos y facilitar la gestión de contratos comerciales, registros de entrega y cuentas por cobrar. Hacer y recibir pagos digitales puede aumentar la participación de una organización en el comercio electrónico y mejorar sus interacciones con clientes, proveedores e instituciones financieras. Con los proveedores, permite la realización de pagos con mayor frecuencia, reduciendo el número de días de crédito comercial extendido y capital de trabajo.
Ahora bien, es importante diferenciar la implementación total de la tecnología de pagos digitales de la adopción de algún software. Esta última puede provocar, por ejemplo, en el departamento de Finanzas, dificultades relacionadas con el envío de órdenes y pagos manuales, la revisión de recibos en papel, y la necesidad de conciliar manualmente todas estas actividades registradas en papel con los sistemas de contabilidad.
La tecnología de pagos digitales reduce el trabajo manual al unificar todo el proceso en un único flujo de trabajo automatizado, permitiendo el envío de datos al sistema de contabilidad sin ningún tipo de inconveniente. Finalmente, en lo que se refiere al consumidor y a los colaboradores de la organización, la digitalización de pagos facilita la realización de pagos, proveyéndoles de distintas opciones, tales como el uso de tarjetas físicas o virtuales, y permitiéndoles elegir la opción que mejor se adapte a sus necesidades.
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